En Monteagudo de las Vicarias traíamos el agua de beber en estos cántaros. Cántaro y cantarillo: cuando no había agua en las casas, la traíamos de la fuente, el cántaro grande a la cabeza sin agarrarlo, otro al lado y la botija colgando, la fuente estaba de casa a unos 800 metros y con la carga a la cuesta arriba, vivíamos en la villa que esta en alto. Cuando subíamos la cuesta de la puerta nueva te volvías a ver pero era por respirar. También se traía con una mula y aguaderas de cuatro cantaros. ese día se fregaba la tinaja y se llenaba. que gozada, te ponías a caballo y al trote cochinero. En un momento todo lleno.
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