Reencuentro y despedida
Con tu altivez de Feudo "provinciano "
En la loma de un Feudo suspendido,
Te yergues ¡Monteagudo! Dividido
Entre Castilla y Aragón,”Rayano”.
He palpado tu gesta en un lejano
Esplendor de otros días que pasaron,
Pero que ondas huellas te dejaron,
Para que el hoy te vea soberano.
¡Cuanta historia en tus calles agobiadas
De centurias gloriosas! que romano
Señor, con el poder de un dios pagano,
Holló tu casta doncellez sagrada.
¡Que importante señora recatada,
miraba en las almenas, recostada
de tu castillo el solitario llano!
! Que armados caballeros te guardaron
Con fiera tozudez empecinada,
Y en tus frescos vergeles descansaron,
La fatiga estival de la jornada!
He mirado tu porte, enamorada
De tu ancestral recogimiento hispano,
Y en tu muralla gris pose mi mano
Con unción de poeta alucinada.
¡Cuánto, cuanto soñé volver a verte
Desde lejanas tierras afincada,
Para poder cantarte, nuevamente,
En tus dulces recuerdos inspirada!
Vuelvo a decirte adiós y te me llevo
Prendido en mis pupilas como entonces
Con tu sabor de hidalgo y de Soriano.
Y al evocar tu alcurnia legendaria,
Te veré en tu grandeza milenaria
Como a un viejo quijote Castellano
Felipa Martinez Giménez Buenos Aires, 1970
(Emigrante) de Monteagudo que tuvo la suerte
de poder volver a pisar tierra Soriana como
participante de la operación” España 1969.
Con tu altivez de Feudo "provinciano "
En la loma de un Feudo suspendido,
Te yergues ¡Monteagudo! Dividido
Entre Castilla y Aragón,”Rayano”.
He palpado tu gesta en un lejano
Esplendor de otros días que pasaron,
Pero que ondas huellas te dejaron,
Para que el hoy te vea soberano.
¡Cuanta historia en tus calles agobiadas
De centurias gloriosas! que romano
Señor, con el poder de un dios pagano,
Holló tu casta doncellez sagrada.
¡Que importante señora recatada,
miraba en las almenas, recostada
de tu castillo el solitario llano!
! Que armados caballeros te guardaron
Con fiera tozudez empecinada,
Y en tus frescos vergeles descansaron,
La fatiga estival de la jornada!
He mirado tu porte, enamorada
De tu ancestral recogimiento hispano,
Y en tu muralla gris pose mi mano
Con unción de poeta alucinada.
¡Cuánto, cuanto soñé volver a verte
Desde lejanas tierras afincada,
Para poder cantarte, nuevamente,
En tus dulces recuerdos inspirada!
Vuelvo a decirte adiós y te me llevo
Prendido en mis pupilas como entonces
Con tu sabor de hidalgo y de Soriano.
Y al evocar tu alcurnia legendaria,
Te veré en tu grandeza milenaria
Como a un viejo quijote Castellano
Felipa Martinez Giménez Buenos Aires, 1970
(Emigrante) de Monteagudo que tuvo la suerte
de poder volver a pisar tierra Soriana como
participante de la operación” España 1969.
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