El cariño de los hijos
Quiero contar una historia
Que sucede con frecuencia
Que nos convencen los hijos
“PA” entregarles nuestra hacienda.
Yo era feliz en mi pueblo
Y mis tierras trabajaba
Y tuve que abandonarlas
Cuando se murió mi Juana.
Al encontrarme tan solo
Mis hijos me reclamaban
¡Vente papa a la ciudad
Veras que bien te lo pasas!
Decidí vender mi hacienda
Mi tractor también mis vacas
Y se lo repartí todo
Que era lo que deseaban.
Ya una vez en la ciudad
A mi aquello me agobiaba
Ruidos por todas partes
Y nadie me saludaba.
Ya empecé a añorar mi pueblo
Y ver lo que me faltaba
Amigos que allí deje
Y el cariño de mi Juana.
Mis hijos si me querían
Era lo que me insinuaban
Pero besos y caricias
Esos nunca me llegaban.
Cuando me dejaban solo
Que de fiesta se marchaban
Esto lo hacían a menudo
Y a mí nunca me llevaban.
Del dinero que les di
Compraron pisos y coches
Y el que todo esto pago
Solo recibe reproches.
Te quitan la libertad
Solo te dan una cama
Y la tele poca cosa .Solo ver algún programa.
Después de desayunar
Les cuento lo que me pasa
Me dicen: ¡Salte a la calle
Que voy a limpiar la casa
Pues salí deambulando
Buscando calor humano
Y encontré lo que buscaba
En un hogar para ancianos
Allí encontré buena gente
Hice amigos enseguida
Los que me animaron mucho
Para rehacer mi vida.
Pues hacemos excursiones
Echamos la partidita
Tenemos prensa diaria
Y también de vez en cuando
Hay alguna fiesterita.
Pero cuando vuelvo a casa
Me produce escalofríos
El ver que allí me falta
El cariño de los míos
Y a pesar de que me esfuerce
Y por mucho que yo diga
Ya no existen soluciones
Para cambiar esta vida.
Que a los que somos mayores
Eso es lo que nos espera
Al perder las facultades
Ya no hay nadie que nos quiera.
Por eso yo os aconsejo
Si perdéis vuestra pareja
Nunca entreguéis vuestros vienes
Ni a los hijos ni a las nueras.
Que por mucho que te ofrezcan
Solo ven sus intereses. Y a ti
Acaban repartiéndote
En sus casas y por meses.
Para todos estos casos
Yo doy unas soluciones
Que os busqueis compañero o compañera
Y junteis vuestras pensiones.
1 comentario:
Pues que triste historia... Supongo que eso pasa muy a menudo. Los hijos somos muy egoistas.
Felicidad, voy a estar algunos días sin comentarla, porque me marcho de vacaciones hasta el jueves.... Hacia dos años que no tenia vacaciones!!! Pero no se preocupe que en cuanto vuelva me leo todo lo que nos haya contado.
Un beso
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