Teníamos en Monteagudo una modista que cosía para la gente y además nos enseñaba a las niñas jovencitas a coser y en tiempo que no había trabajo en el campo por las tardes de, Enero a Mayo nos daba corte y confección.
Primero cortábamos en papel y después con tela y la verdad es que salíamos muy bien enseñadas para nuestro arreglo para los hijos y la familia.En todas las casas teníamos máquina de coser y vaya que se le sacaba provecho con todo lo que se hacía que entonces no vendían confeccion como ahora.
Refrán: hilo y aguja media vestidura.
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