El monte: estaba muy repartido entre la gente del pueblo. En "una "parte" Media "parte" y "Cuarterón" lo estimaban mucho por que era el único combustible que había para la cocina y la calefacción. Los hombres de la casa se preparaban el hacha bien afilada y la zangalla que esta era una especie de azadón con su mango y por un lado azada y por el otro lado hacha, y cortaban la leña. Salían de casa por la mañana bien temprano por que el monte esta lejos, habia que ver con que destreza le daban al hacha y cortaban la leña de carrasca, luego cargaban en dos mulas la chasca, y en la tercera mula cargaban la leña recia y a casa que las pobres mulas venían reventadas y el labrador tambien.
Venían carboneros que compraban la leña y hacían carbón y después vendían el cisco que era lo menudo que quedaba lo vendian para hacer el brasero que por cierto se cogia cada tufo o sea que dolía la cabeza pero creo que era peor pasar frió. siempre había algún truquillo que si eharle un poco de sal o ponerle la vadileta encima.
Para cortar los arboles mas grandes cogian el tronzador que es una sierra grande manejada entre dos personas.
En el invierno se ponía toda la familia alrededor del hogar y esos alegrones que daba la lumbre no hay calefacción que le iguale, pero después por delante te quemas y por detrás te hielas porque no se podía cerrar la puerta de la cocina que se hacia humo.
Las familias eramos felices sin las comodidades de hoy en día por que avía mucha juventud
y como dice el refrán,
Donde hay mozos siempre hay gozos, donde hay mozas alegría donde hay viejos mala cara y reniegos todos los días.
Venían carboneros que compraban la leña y hacían carbón y después vendían el cisco que era lo menudo que quedaba lo vendian para hacer el brasero que por cierto se cogia cada tufo o sea que dolía la cabeza pero creo que era peor pasar frió. siempre había algún truquillo que si eharle un poco de sal o ponerle la vadileta encima.
Para cortar los arboles mas grandes cogian el tronzador que es una sierra grande manejada entre dos personas.
En el invierno se ponía toda la familia alrededor del hogar y esos alegrones que daba la lumbre no hay calefacción que le iguale, pero después por delante te quemas y por detrás te hielas porque no se podía cerrar la puerta de la cocina que se hacia humo.
Las familias eramos felices sin las comodidades de hoy en día por que avía mucha juventud
y como dice el refrán,
Donde hay mozos siempre hay gozos, donde hay mozas alegría donde hay viejos mala cara y reniegos todos los días.
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