La matanza, una tradición que se venia efectuando año tras año en los pueblos: solía ser en noviembre o diciembre con el frió para que se curase bien la matanza, se decía, por san Martín mata tu rocín, y también decían, a todo cerdo le llega su San Martín. Por San Andres mata tu res.
Un vecino del pueblo se dedicaba a matar los cerdos le llamaban el matachín, se le ofrecía higos secos y anís a todos los vecinos que solían ayudar a sugetarlo al cerdo, pasaba de una casa a la otra matando cerdos todo el día sobre todo los viernes, decían que crecía el tocino en la sartén, este señor tenia tanta destreza que los dejaba mas limpios y afeitados, calentaban agua en una caldera grande, mataban el cerdo entre cuatro personas lo sujetaban, recogían la sangre en el barreño con las sopas, ya muerto le echaban agua caliente con pucheros y con cazoletas de hierro le quitaban los pelos una vez limpio lo colgaban de las patas traseras, le sacaban la entre alma, y el mondongo, las mondongueras se encargaban de sacar las tripas aparte de el entresijo, los hilos, y lavarlas en el rió. preparaban los almuerzos con migas y degolladuras, seguida mente preparaban la cebolla especias etc. para las morcillas se cocían y el caldo a veces se repartía entre los pobres. Al día siguiente se despiezaba el cerdo se esmagraba, se echaban en ajos los huesos, para una vez secos se guardaban para el cocido, lomos, costillas, se salaban los jamones y el tocino, con el magro se hacían los chorizos las güeñas, se echaban en adobo, y era el alimento para casi todo el año, butifarras, fardeles, todo se aprovechaba y estaba riquisimo. todo pues entonces no había neveras ni vendían de todo como ahora. Pero lo mas bonito era la unión entre las familias a celebrar la matanza se asaba la cabeza en el horno y la morcilla de la vispilla, el morcón se hacia en callos, de postre los sesos huecos, y comía toda la familia por larga que fuera, allí viejos chicos y toda gente. calentándose alrededor del hogar, que felices.
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