24 de octubre de 2009

Guitarras y bandurrias














En Monteagudo de las Vicarias salían los mozos a rondar con guitarras: laudes, bandurrias, guitarrillos, un triángulo de hierro golpeándolo con una varilla, y con una cuchara y una botella de anís, todo sonaba muy bien en el silencio de la noche. Cuando se sorteaban los quintos salían por la mañana a cazar para hacer una merienda por la noche ponían baile, invitaban a las jóvenes al baile y salían de ronda y cantaban estas canciones.
Mañana marchan los quintos, ponte niña a tu ventana, que te quieren preguntar si eres firme en tu palabra.
Ya se van los quintos madre ya se va mi corazón, ya se va el que me tiraba piedrecillas al balcón. Así iban dejando constancia de sentimientos, hacían sus paradas debajo de ventanas y balcones, como una declaración de intenciones, era propio de dicha constumbre. y seguía la ronda.
Darme de tu pelo rubio cuerdas para mi requinto, para rondar esta noche que mañana me voy quinto. Con que fulgor resplandecen esta noche los luceros, mientras le cantan los quintos a la Reina de los cielos..etc...............
A veces cantaban jotas a los labradores y decían así.
Los labradores por la mañana, el primer surco !olé¡ va por su amada, (Bis) ramo de flores, y a mi me gustan !olé¡ los labradores.
Soy nacida en casa campo, y criada entre la hierba mira si puedo saber el desi que da la tierra. Labradorcito afamado echa ese surco derecho, que las mozas los domingos se fijan en los barbechos.
Labradorcito lo quiero que venga del campo tarde, con la mochila en la espalda y la cara de vinagre. Labradorcito en el campo cuanto tienes que penar, ver venir una tormenta y no poderla parar.
Es tanto lo que te quiero que mientras labro la tierra, mi arado escribe en el surco tu nombre letra por letra. Un día estaba labrando se me torció la besana, empecé a pensar en ti solita se enderezaba.
Me llamaste labradora pensando que era bajeza, y me pusiste un ramo de los pies a la cabeza. No te cases con pastor que te llamaran pastora, casate con labrador y te llamaran señora. Allá va la despedida la que echan los labradores, surco arriba surco abajo adiós ramito de flores. Otros decían así, Por la mañana galbana almediodia calor, por la noche los mosquitos no quiero ser labrador.

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