18 de febrero de 2008

La nieve


La Nieve

En Monteagudo de las Vicarias, cuando llegaban las nieves los animales lo pasaban muy mal, puesto que las calles eran todas de cantos guijos y las caballerías se resbalaban y no podían salir de casa, a veces tenían que picar el hielo de las calles para que pudieran salir,
Las ovejas: con la nieve no ven, entonces se ponen a andar y se pierden.

Recuerdo en una ocasión, hará esto unos 60 años mas o menos. Se puso a nevar tanto, que al pastor se le fueron las ovejas y se perdieron .El hombre se presentó a media noche que se le había perdido el ganado. Salieron a buscarlas el pastor y los amos. Estuvieron toda la noche buscándolas y no las encontraron, pasaron una noche de perros con un viento, helando a canto seco y una nevada de medio metro y con el viento unas ventiscas de mucho cuidado. Se metían de nieve hasta la rodilla, por ahí a campo través, se volvieron a casa sin encontrar las ovejas. Al día siguiente salieron a buscarlas y las encontraron en Bordalba en el paraje de la Loriga que es monte chaparral, en el abrigo de las chaparras. Los hombres llegaron a casa con los pies medio congelados.
En los corrales del campo no tenían agua y para que bebieran las ovejas Tenían que hacerles camino con una mula arrastrando un trilo desde el corral hasta el abrevadero, y lo curioso es que las ovejas iban en fila sin salirse a la nieve Por que decían que con la nieve no ven. .

Los ganaderos madrugaban por la mañana para llevar todos los días la carga de alfalfa, la paja y el saquito de cebada.
También las gallinas que estaban sueltas por las eras. tenían unos chozos y para acostarse en unos palos, y cuando había nieve si se soltaban, empezaban a dar vuelos muy altos que no saben andar por la nieve porque no ven y mientras duraba la nieve tenían que estar cerradas-
En aquellos tiempos nevaba más que ahora, y la gente estaba bien prevenida de leñas para el invierno. En aquellas cocinas castellanas con unas chimeneas tan grandes y a los lados del hogar un poyo a cada lado.
El caldero de cobre siempre colgado en las llares para cocer el alimento. Para los cerdos se les cocían patatas con berzas y que bien se lo comían. La familia sentados alrededor del hogar, y la matanza colgada por la cocina que bien se curaba, porque corría el aire, pues si cerraban la puerta te ahumabas y si la abrían por delante te quemabas y por detrás te helabas
Pero así se curaban mejor las matanzas y la gente se criaba muy sana porque el frió conserva y el calor pudre.

1 comentario:

LA MARU dijo...

¡Qué gusto leer estos relatos! Por un momento me he liberado del estrés y me he imaginado sentadita al calor de la lumbre en una cocina castellana...espero algún día sentir esa sensación...