Mi niñez 4

Felicidad Martinez


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Jugábamos a la chara, al esconderte, a la comba a los alfileres al par o non a las cartetas, a la pita marro, a las tabas, al corro, a las arrayuelas, a la baraja, al burro, al guiñote, al julepe, a la oca, al parchis. Como corríamos a escondernos por las calles del pueblo, me parece tan lejano aquello y sin embargo como se ha escapado la vida pues parece que fue ayer,

También contábamos chistes y adivinanzas. Voy a contar alguna de aquellas. En medio de la mar estoy sin ser de Dios, ni del mundo, ni del infierno profundo. Otra. En medio del cielo estoy, sin ser lucero ni estrella, sin ser sol ni luna bella a ver si aciertas quien soy. Otra. Soy un palito muy derechito encima de la frente tengo un mosquito. Soy redonda como un huevo sin mi no puede haber Dios, Papas Cardenales si, Pero Pontífices no. Otra. El burro me lleva acuestas metidita en un baúl. Yo no la llevo a ella y siempre la llevas tú. Así pasábamos la vida a ratos porque en mi niñez nos tocó la guerra y la posguerra y tampoco estaban los tiempos para muchas alegrías . Pues aquí en Monteagudo no se paso hambre pero vicio ninguno,

En esta etapa de mi vida estaba el estraperlo para poder tener aceite, azúcar o jabón. Dedicados al Estraperlo habia unas mujeres que intercambiaban jabón por garbanzos, por aceite y así se arreglaba la gente. Salían a los pueblos vecinos y les salían los guardias y les quitaban los talegos de todo.

Voy a explicar como echábamos las llueca pues cuando se hacían llueca, se ponía un cesto con paja y debajo de la paja se ponía un puñado de alfalfe verde encima la paja y los huevos y se bailaba la llueca encima y se decía, San Salvador todas pollitas y un cantador tres veces y se asentaban en los huevos y todos los días se sacaban a comer
A los 21 días salían los polluelos y así en todas las casas había pollos y huevos.

Solución a las adivinanzas: a, e, i, o, u, eran instructivas