7 de agosto de 2014

Mujeres haciendo calceta

En Monteagudo de las Vicarias cuando yo era niña salían las mujeres a los caralsoles a tomar el sol en el invierno todas con su labor entre las manos: unas  hilando la lana de las ovejas, otras haciendo los calcetines y los jerseis para los hombres, y las toquillas para las mujeres, al mismo tiempo cuidaban los hijos pequeños o los nietos,  y cotilleaban todo lo que pasaba en el pueblo. El mejor caralsol estaba en el carril. La tía Florilla, que en paz descanse. habría las puertas de su casa y allí se metían todas las que podían estar al abrigo. Se lo pasaban fenomenal, y una cosa que a mi me choca es que la gente vivía menos años, pero no se conocía apenas el anfeimer. esta enfermedad que hoy esta tan extendida. 
También había otras mujeres que jugaban a la baraja yo recuerdo que ponían un cajón pingado en el suelo con un pandero boca abajo y era la mesa para jugar y como se peleaban para ganar 5 céntimos.
Hoy en día tejemos por gusto, la lana nos llena ver como se va formando la prenda en nuestras manos
Una oportunidad para que las  tejedoras salgan a la calle a mostrar un arte que tiene siglos de historia. Tejer está de moda ahora que se ha descubierto esta actividad para relajarse y relacionase.


Mujeres haciendo punto en Torrubia del Campo ( Cuenca). Biblioteca Digital de Castilla-La Mancha.
En tiempos pasados, las mujeres de los pueblos también tejían en público.  Cogían sus agujas y sus lanas caseras y se reunían en las oscuras y frías tarde-noches de invierto, en los carasoles y allí  tejiendo los jersey de los hijos, el marido y de ellas mismas. No había más remedio que hacerlo, comprar costaba un dinero que no se tenía, pero seguro que muchas de ellas lo hacían  con el placer con el que ahora nosotras hemos retomado el placer de las agujas.

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