Ciencias y brujearía
Antiguamente las personas eran muy supersticiosas: y achacaban las desgracias o desdichas al mal de ojo a brujas, a malos espíritus o a duendes. O que les hacían daño. Colgaban bajo la cama manojos de ruda, es una hierba con un olor muy fuerte. Decían que ahuyentaban los malos espíritus, y tenían devoción a S. Caralampio, S. Roque abogados de la peste y los peligros de las brujas, ponían a las personas y los animales lo más próximo el signo de la cruz y las ristras de ajos. Había curanderos , hechiceros, comadronas, remedios caseros, pócimas y embusteras, que lo que buscaban era las propinas para su bolsillo.
Los remedios caseros tenían su merito: Por ejemplo, para despejar las vías respiratorias. Hacer vahos con malvavisco. Para curar los catarros, se ponía a cocer en un pucherillo vino se echaba higos secos una cucharada de miel y una cucharada de manteca, y se la tomaban al acostarse y a sudar toda la noche. Para la hinchazón de la cara debido a un dolor de muelas cogían flor de saúco, la quemaban, con el humo calentaban un trapo y se lo ponían en la hinchazón y esta se rebajaba. La sal y vinagre para curar las heridas a estilo de burro. Pólvora o un grano de sal para el dolor de muelas. Para el dolor de oídos echar teta de mujer, o introducir un poco de manteca o tocino. Telarañas para las heridas sangrantes. Hojas guruperas para la infección por ejemplo en un dedo para que se reventara cuanto antes.
También decían que las orinas se lavaban las manos para curarse las grietas. Y también se ponían tétano de los huesos para curarse las grietas.
También para lo animales había remedios caseros: Por ejemplo, a las mulas cuando les daba un torzón solía ser por haber comido demasiado, entre dos personas le daban friegas en la tripa con el mango de una orca. Y les ponían cataplasmas con vino. También cocimiento con manzanilla. Para cabras y ovejas. Se les hacía comer una tajada de manteca rancia que la tenían salada y colgada en una mantequera para cuando la necesitaban; les abrían la boca con un palo atravesado y se la tenían que tragar a la fuerza
Si les daba pelo en las tetas: se les untaba manteca caliente con azúcar.
Antiguamente las personas eran muy supersticiosas: y achacaban las desgracias o desdichas al mal de ojo a brujas, a malos espíritus o a duendes. O que les hacían daño. Colgaban bajo la cama manojos de ruda, es una hierba con un olor muy fuerte. Decían que ahuyentaban los malos espíritus, y tenían devoción a S. Caralampio, S. Roque abogados de la peste y los peligros de las brujas, ponían a las personas y los animales lo más próximo el signo de la cruz y las ristras de ajos. Había curanderos , hechiceros, comadronas, remedios caseros, pócimas y embusteras, que lo que buscaban era las propinas para su bolsillo.
Los remedios caseros tenían su merito: Por ejemplo, para despejar las vías respiratorias. Hacer vahos con malvavisco. Para curar los catarros, se ponía a cocer en un pucherillo vino se echaba higos secos una cucharada de miel y una cucharada de manteca, y se la tomaban al acostarse y a sudar toda la noche. Para la hinchazón de la cara debido a un dolor de muelas cogían flor de saúco, la quemaban, con el humo calentaban un trapo y se lo ponían en la hinchazón y esta se rebajaba. La sal y vinagre para curar las heridas a estilo de burro. Pólvora o un grano de sal para el dolor de muelas. Para el dolor de oídos echar teta de mujer, o introducir un poco de manteca o tocino. Telarañas para las heridas sangrantes. Hojas guruperas para la infección por ejemplo en un dedo para que se reventara cuanto antes.
También decían que las orinas se lavaban las manos para curarse las grietas. Y también se ponían tétano de los huesos para curarse las grietas.
También para lo animales había remedios caseros: Por ejemplo, a las mulas cuando les daba un torzón solía ser por haber comido demasiado, entre dos personas le daban friegas en la tripa con el mango de una orca. Y les ponían cataplasmas con vino. También cocimiento con manzanilla. Para cabras y ovejas. Se les hacía comer una tajada de manteca rancia que la tenían salada y colgada en una mantequera para cuando la necesitaban; les abrían la boca con un palo atravesado y se la tenían que tragar a la fuerza
Si les daba pelo en las tetas: se les untaba manteca caliente con azúcar.
1 comentario:
Una recomendación:
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Hasta otra!
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