La Leyenda de los ojos verdes:
Por Gustavo Adolfo Bécquer, El señor corre detrás de una cierva herida, al llegar a un punto determinado el servidor le frena argumentando la imposibilidad de seguir toda vez que el camino tomado conduce a una fuente concretamente la de los álamos y en ella avita un espíritu del mal y el que osa enturbiar su corriente paga caro su atraimiento, en esta leyenda hay una hermosa descripción de la fuente que puede corresponderse con muchas de las que riegan esta provincia de Soria.
La fuente mana en el seno de una peña y cae resbalándose gota a gota por entre las verdes hojas que crecen al borde de la cuna, aquellas gotas que brillan como gotas de oro y suenan como un instrumento se reúnen y con un ruido semejante al de las abejas
Que zumban en torno a las flores forman un cauce y luchan con los obstáculos que se oponen a su camino y se repliegan saltan huyen y corren unas veces con risas otras con suspiros hasta caer en un lago y saltan las aguas de la fuente misteriosa, para estancarse en una balsa profunda cuya inmóvil superficie apenas riza el viento de la tarde.
También hay pozos votivos, como la torca que en ella según la leyenda soldados franceses caídos en ella mediante trampas de los lugareños. En casi todos los lugares que tienen forma de hoya se mantiene la creencia trasmitida de generación en generación, de que en ella cayo una yunta de animales de los que nunca mas se supo.
Por Gustavo Adolfo Bécquer, El señor corre detrás de una cierva herida, al llegar a un punto determinado el servidor le frena argumentando la imposibilidad de seguir toda vez que el camino tomado conduce a una fuente concretamente la de los álamos y en ella avita un espíritu del mal y el que osa enturbiar su corriente paga caro su atraimiento, en esta leyenda hay una hermosa descripción de la fuente que puede corresponderse con muchas de las que riegan esta provincia de Soria.
La fuente mana en el seno de una peña y cae resbalándose gota a gota por entre las verdes hojas que crecen al borde de la cuna, aquellas gotas que brillan como gotas de oro y suenan como un instrumento se reúnen y con un ruido semejante al de las abejas
Que zumban en torno a las flores forman un cauce y luchan con los obstáculos que se oponen a su camino y se repliegan saltan huyen y corren unas veces con risas otras con suspiros hasta caer en un lago y saltan las aguas de la fuente misteriosa, para estancarse en una balsa profunda cuya inmóvil superficie apenas riza el viento de la tarde.
También hay pozos votivos, como la torca que en ella según la leyenda soldados franceses caídos en ella mediante trampas de los lugareños. En casi todos los lugares que tienen forma de hoya se mantiene la creencia trasmitida de generación en generación, de que en ella cayo una yunta de animales de los que nunca mas se supo.
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