Leyenda
Esto fue hace muchos, muchos años en la época de los moros que había en España.
Y en ese pueblo había una cueva con este nombre, “cueva de la mora” y en esta cueva vivía una mora con su marido, y eran unas bellas personas. Hasta que un día la mujer se puso de parto, y su marido se fue corriendo al pueblo a pedir auxilio a alguna mujer para que la ayudaran a su mujer a dar a luz. Entonces fue una mujer llamada Fortunata y la ayudo y todo fue bien por que nació un morito muy bonito. Después el marido de la mora le dio de regalo un saco lleno de oro negro como agradecimiento. La fortunata se lo cargo a las espaldas pero como creía que era carbón, nada mas salir de la cueva, se cabreo y empezó a tirarlo por el camino. Cuando llego a su casa se lo contó a su Fortunato vio brillar algo en su toquilla y era un trocito de oro que había quedado, entonces se dio cuenta de lo que había hecho y empezó a lamentarse, salieron corriendo su marido y ella a recoger lo que había tirado pero ya era tarde, por que el moro que era muy listo y lo sospechaba fue detrás de ella hasta el pueblo y como el oro brillaba a la luz de la luna, lo fue recogiendo todo y se fue tan contento otra vez con el saco lleno a su cueva. Además dicen que en esa cueva hay enterrado un tesoro que nadie ha visto, claro,
Pero que seguro que esta pero bien escondido.
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