7 de enero de 2009

Dia de Reyes


DÍA de Reyes

Como han cambiado los tiempos: Cuando yo era niña de esto hace 80 años, poníamos el zapato en el balcón de la casa con cebada para que cuando pasaran los reyes con los regalos, descansaran y comieran los caballos, estábamos toda la noche sin dormir y al menor ruido saltábamos de la cama para ver los regalos, al final nos rendía el sueño y nunca los veíamos asta el amanecer. En aquellos tiempos los regalos eran una muñeca de trapo alguna barrilla de turrón caramelos y alguna perrilla, nos llenábamos de alegría de ver tanto regalo, con que poquito éramos felices.
Hoy en día en mi casa en Monteagudo de las Vicarias, preparamos una cabalgata desde hace unos cuarenta años. Empezamos con vestir a los reyes con colchas Chinescas cuando mis hijos eran pequeños, después ya la juventud hicieron unos trajes y aquello ya mereció el nombre de cabalgata con caballerías de mulas, así poco a poco después con tractores y remolques bien adornados, y un año un frenazo brusco echo a los reyes por tierra, menos mal que no paso nada.
Seguidamente salimos andando a las 7 de la tarde con antorchas encendidas cantando villancicos y tirando caramelos asta llegar al Ayuntamiento que esta adornado muy bonito con su portalito y esperando toda la gente, ya llegan la virgen San José y el niño y el Ángel, los romanos y el Herodes escenificando que busca al niño para matarlo.
Los Reyes con los Pajes, Los pastores y toda la comitiva, Hacen la presentación y los niños impacientes por coger sus regalos, les van nombrando y como corren a por sus regalos, con cuanta emoción se sientan en el rey y contestan a las preguntas de si te as portado bien etc. Eso lo viven a tope y después están pendientes pensando si me llamaran otra vez escape rompen el envoltorio para ver lo que hay dentro con una emoción inmensa y unos ojos como platos, no hay nada igualable a la alegría de un niño al recoger un juguete. También se echan reyes a los mayores pero hay que decir que la emoción no es menor pues recogen el regalo y les cambia la cara totalmente, te das cuenta de que alguien se acuerda de ti y eso te halaga. Creo que cada año pedimos que no se pierda esto de la cabalgata porque aunque sea por unos momentos la felicidad que se vive en los niños, los padres y los abuelos no se pueden igualar con nada en el mundo.
Dios quiera que en adelante a ningún niño en el mundo le falte un juguete
Son recuerdos imborrables.

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