17 de junio de 2008

El arbol centenario

El arbol centenario: En Monteagudo había muchísimos árboles centenarios. Empezando por las encinas o chaparras, robles, Olmos que debido a una enfermedad se secaron casi todos, también había árboles frutales. Perales de roma una pera de invierno buenísima que nunca se tenían que haber arrancado por la vega hondonara. Cerezos grandísimos en las fuentezuelas, nogales, centenarios etc. Y todavía existe un peral de peras ternales en el ejido paseo de la Virgen que los chercolinos le tenían que hacer un monumento y ájala que no lo arranquen nunca este árbol debe de tener las raíces que llegan al rió, por que a aguantado todas las sequías y hay esta el peral tan frondoso y dando todos los años su cosecha, es una variedad que yo creo que esta en extinción es una pera de invierno muy sabrosa y además de aguantar todas las inclemencias del tiempo, después en el granero se guarda muchísimo tiempo y asadas son exquisitas. Hace cosa de unos 40 años se plantaron en Monteagudo 45000 manzanos cuando estaban en plena producción que le llamaban la Andalucía de Soria, vino una sequía tan grande que no llovió en 8 años nada, y los árboles se secaron y hubo que arrancarlos. Todo esto se podía haber solucionado con un trasvase del Duero en el invierno, y el pueblo se hubiera mantenido
Sin perjuicio para nadie.
Donde hay árboles hay vida, en algunos países cuando nace un niño se planta un árbol
Si es niño un peral y si es niña un manzano, esto es en Alemania, en cambio en Roma
Se planta indistintamente ,un ciprés, en Indochina antiguamente, en la casa que nacía un niño se plantaba, un bambú, en Oceanía, Un cocotero, que es el árbol de la vida, en la Ciudad de Marruecos existen árboles sagrados y los adoraban como Seres Divinos, árboles del amor y árboles talismaticos, como el fresno y el Tilo, el avellano, el laurel de la gloria y la fama, el olmo es árbol medicinal, de donde la farmacopea antigua extrajo la aspirina, árboles que curan hernias, pulmonías, y resfriados, también los hay Gafes como el del Paraíso, que vino la perdición del hombre.

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