"Niña si a la fuente vas,
agarra bien el cántaro,
que si el cántaro se rompe,
difícil será arreglarlo."
Esta era una jota que ponía mi madre en la entrada dedicada a la fuente. ¡Cómo ha cambiado!
Monteagudo está en lo alto de una muela y amurallado por lo que el agua potable había que ir a buscarla a un kilómetro aproximádamente en un manantial situado al lado de la ermita de Bienvenida y del que se sacaba el agua introduciendo los cántaros en una especie de estanque que acumulaba el agua del manantial. Mujeres y niños yendo a buscar agua puede recordar a la imagen que actualmente se ve en algunas tribus africanas.
A principios del siglo pasado acercaron el agua hasta la fuente vieja. Estos son mis primeros recuerdos pues de niño con 4 años fui a vivir al lado de esta fuente. Todo el pueblo iba con cántaros y botijos en carretillos que tenían la base con agujeros para colocar las vasijas, aguaderas de caballerías o llevando un cántaro en la cabeza y otro al lado, en el costado. El agua sobrante iba a un pilón donde bebían las caballerías y vacas. El pueblo no tenía desagües por lo que el agua sucia iba a la calle o a corrales que había en el pueblo.
Hace unos cincuenta años aproximadamente se hizo un pozo al lado del río debajo de la iglesia y se subía el agua a un deposito cerca del ayuntamiento. Se empezó a llevar el agua corriente a las casas y se realizaron desagües por todo el pueblo.
Al principio la mayoría de las casas solamente tenían agua para el servicio, lavabo y una pila de lavar. Pero la demanda de agua cada vez era mayor y en algunas casas de la Villa el agua solamente llegaba a la planta baja por lo que se construyó un nuevo pozo y un deposito más alto.
Actualmente , a pesar de la sequía, no suele faltar agua y se han renovado las canalizaciones de agua y desagüe de casi todo el pueblo.
Las muchachas de este pueblo,
van a por agua a la fuente,
con el cántaro en la cabeza,
y que contentitas vienen.
Mi madre mencionaba esta otra jota que cantaban cuando ella era joven, ya que normalmente las chicas jóvenes eran las encargadas de ir a buscar el agua y era un momento que aprovechaban los jóvenes para cortejarlas y posiblemente la primera jota tuviera otro sentido. También comenta que algunas veces había peleas entre ellas "en una ocasión se pegaron dos mujeres de armas tomar por cuentos y chismes, una se llamaba la Franca y otra la Pilar, cogió la Pilar a la Franca se la puso entre las piernas le levanto las faldas y le dio una tanda de zurras a culo pajarero hasta que se cansó ,aquello fue de teatro, al otro día fue la comidilla del pueblo, pero no llegó la sangre al rio y se les pasó enseguida el disgusto."
En la fuente ahora hay un botijo solitario soñando con los tiempos en los que estaba llena de gente y que ahora solamente se acuerdan de ella algunos caminantes que pasan a refrescarse con la poca agua que llega a sus caños. Soñará también con ver el pueblo lleno de gente y de juventud. ¡Ojala se cumpla su sueño!
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