18 de febrero de 2014

Rafael de León





AHORA ME TOCA A MÍ!
(Rafael De León )

Decorado de sala elegante.
(Entra MANOLO. Un hombre maduro, de aire tosco, pero bien vestido.Lleva sombrero cordobés.
 Le sigue un criado.) MANOLO: ¿Se puede pasá? ¿Qué hay, tropa? (Al criado)


¿Qué espera usté? ¿Mi sombrero? Mejor está en mi cabesa que corgao en er perchero. Y además son hijos míos los tres que tengo delante. ¿Qué hay tropilla? ¡Güena casa! Y un criao muy elegante que en vez de vuestro papuchi se cree que soy un permaso. (Dando el sombrero al criado) Vaya er sombrero. Y procura que no me den er cambiaso. (El Criado hace una ligera reverencia en dirección al primer término y se va por la puerta cerrando el cortinaje.) Su reverencia... me chifla que sos traten con respeto. ¡Tres señoritos!¡Qué orgullo para un padre tan cateto! ¡Tené tres hijos varones que están viviendo en sus glorias porque yo m'alimentaba... de papas y sanahorias! Me alimentaba... j'ase tiempo; que hoy ya la cosa varía. No ví a dejá ni la cresta de un pollo de Andalusía. Que nos vorvemos tragones los viejos mal educaos, y eso nos quita finura pa tratá con abogaos como er que de parte vuestra vino a hablarme de intereses y le di ... que con er susto tiene cama pa dos meses. El hombre vino a desirme por encargo de mis hijos que ustedes no estáis conformes con que venda los cortijos. Que debo seguí en er campo lo que me resta de vía cuidando de las cosechas y de la ganadería; que no se seque el arjibe, que no s'avinagre er mosto; bébete er frío de enero y anda y súdalo en agosto. No duermas... cuenta las horas de la noche una por una... Tienes que viví pendiente de los cambios de la luna. Ayer te fartó una oveja, ¡vaya bendita de Dió!... ¿Voy a llamá a los civiles si de chico fui pastó? ¡Pastó de ganao montuno con las alpargatas rotas! ¡De Córdoba a Extremadura por tres puñaos de bellotas! Y en cambio, los tres cachorros de aquel pastó miserable van por tabaco a la esquina con sus tres descapotables. Que yo lo tendría a gala si al derrochá mis dineros se le añadiera er que ustedes ganaran como ingenieros, o bien como sirujanos, o de doctores en leyes... ¡O echándose a las costillas tós los vagones der muelle! ¡Trabajando!Ley der sielo que con ustedes no reza porque como hay todavía muchos toros en la dehesa y hay trigo pa veinte años y desbordan los lagares y a caballo hay por lo menos hora y media de olivares, que trabaje papaíto que hay que vé lo bien que está; y eso que l'ha dao ahora por bebé, por trasnochá, por í con cuatro amigotes de francachela a Sevilla y hasta parese que disen que ronda a una chavalilla, y antes de que se nos case er día menos pensao aquí lo mejó que hasemos es mandarle un abogao que le diga las verdades aunque le sepan amargas; ar pródigo no es difísi por ley, echarle la garga. ¡¡Je,je!! ¡¡Intentarlo!! Ya hemos visto que el abogao... renunsió; yo no admito en este pleito más tribuná que er de Dió. Él sabe que yo he sufrió todas las humillaciones pa que ustedes no tuvieran que sé destripaterrones. Pa mí, ni café ni amigos, ni un sigarro, ni una copa... Pero mis niños... ¡tres duques en lo tocante a la ropa!... Y vengan manjares finos, vengan colegios de pago, vengan potros y escopetas, y vivan los Reyes Magos. Sursíos en mis carsones y en er buche telarañas... ¡Pero hay que vé cómo viven los hijos de mis entrañas! Y, claro, los pobresitos están tan acostumbraos que en vez de darme las gracias me mandan un abogao pa que no gaste er dinero que lo debo de guardá y er día que yo me muera se lo reparten y en pá. Lo siento, pichones míos, rosas de mayo y abrí... Ya habéis disfrutao lo suyo y ahora me toca a mí. ¡Vengan corrías de toros y buen vino y mejor cante pa regusto de un campero que ya ha trabajao bastante! Mira qué terno más fino, mira qué cigarros puros... En la puerta un artomóvi y aquí unos miles de duros pa gastarlos en claveles si me encuentro una serrana que suerte dos lagrimitas de compasión por mis canas. La compasión que me niegan los tres hijos de mi amó; si no estoy en mi derecho sentensia me mande Dió. ¡Casa! Mi sombrero. ¡Pronto, que me voy a divertí! Con er permiso de ustedes... ¡Ahora me toca a mí!

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