28 de junio de 2010

Adios Adios San Juan

Sábado, los Agés. Los agés son las subastas de los despojos del toro que se celebran en los diferentes barrios de Soria. Se celebran al aire libre y se viven escenas divertidas con los restos de las reses. La noche del sábado no es raro ver a algún mozo o moza con un rabo de toro en una mano y en la otra una copa. Domingo, de Calderas. Es el día grande... para ir de bonito. Las cuadrillas se reunen para preparar la caldera que posteriormente degustarán y adornarán con sus mejores galas para el desfile que se producirá entre el Ayuntamiento y la Dehesa, antes la mirada de vecinos y curiosos y animados por gaiteros y charangas. Allí las autoridades las probarán y darán su visto bueno. Luego serán degustadas por la muchedumbre. La tarde es tranquila. Hay que reservar fuerzas para el fin de fiesta. Lunes, de Bailas. Las bailas se viven la tarde del lunes y son el gran acto final de despedida de fiestas. El toro ha pasado a mejor vida y este sarao gira en torno a una bota de vino y a las sanjuaneras, las canciones típicas de estas fiestas que no han dejado de sonar desde el primer día. Las peñas y los mozos en general se reunen en la plaza Mariano Granados de Soria y siguen a la banda de música hasta San Polo, un precioso paraje de las afueras de la ciudad y a orillas del Duero. El paseo se hace bailando a ritmo de sanjuaneras, bajo el influjo de una bota de vino y empapado por el agua que, sistemáticamente, arrojan desde los balcones de las casas por las que pasa la comitiva. Hay que vivirlo.


ROMANCE DEL DUERO Río Duero, río Duero, nadie a acompañarte baja,nadie se detiene a oír tu eterna estrofa de agua.Indiferente o cobarde la ciudad vuelve la espalda. No quiere ver en tu espejo su muralla desdentada.Tú, viejo Duero, sonríes entre tus barbas de plata, moliendo con tus romances las cosechas mal logradas.Y entre los santos de piedra y los álamos de magia pasas llevando en tus ondas palabras de amor, palabras.Quien pudiera como tú, a la vez quieto y en marcha, cantar siempre el mismo verso pero con distinta agua. Río Duero, río Duero, nadie a estar contigo baja, ya nadie quiere atender tu eterna estrofa olvidada, sino los enamorados que preguntan por sus almas y siembran en tus espumas palabras de amor, palabras. Gerardo Diego. 29 octubre 2008
El Duero.
Rincón para el poeta, para el paseante contemplativo, para el viajero sin equipaje. Rodeando a Soria con su curva de ballesta, aquí está el río Duero. El otoño es un privilegio para la vista en este paraíso de sosiego, luz y color. El Duero, con sus 897 km, es el tercer río más largo de la peninsula Ibérica, posee la mayor cuenca hidrográfica peninsular. Nace en la vertiente meridional de los Picos de Urbión, en el término municipal de Duruelo de la Sierra (Soria), España. Desemboca en Oporto (Portugal). A la orilla de Duero se encuentra la ermita de San Saturio. Se cree que los templarios de San Polo monopolizaba el acceso a la cueva de Peñalba sobre la que se construyó la ermita de San Miguel de la Peña, en la tradición dice que viviera el anacoreta visigodo San Saturio, santo patrono de la ciudad de Soria. La ermita actual se construyó a finales del siglo XVII, colgada sobre el roquedal al lado del Duero, "con desparpajo y valentía insignes y procurando para todas las generaciones venideras un impacto visual incomparable.

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