Poema de una Ilustre hija de Monteagudo:
Monteagudo hidalga Villa, que te eriges orgullosa
entre la Raya y la incosa se te ve la maravilla.
Viejo pueblo milenario entre Aragon y Castilla
tu orgullo no lo mancilla ni el Judío ni el Cristiano.
Cuantos años con historia ya pesan en tu memoria
otrora en la Celtiberia hoy eres parte de Soria.
El Castillo la muralla y tu pequeño Palacio
ya acusan el cansancio de una larga batalla
Has sufrido los ataques del cólera y de la guerra
aquel se ensaño en su tierra dijeron los almanaques.
Todos los has superado gracias a tus havitantes
que lucharon como amantes protegiendo al ser amado.
Bienvenida es tu sol la luna es tu muralla
el Arco cierra la valla melodía en Si Bemol:
La vega tienes al este al oeste esta la ermita
mora allí tu Virgencita venerada por tu hueste.
En el sur el arrabal hacia el norte tu pantano
hace ya tiempo lejano fue una obra muy cabal.
Circundado por dos ríos de aguas que murmullaban
donde mujeres lavaban hoy están enmudecidos.
Tuviste una hermosa vega vestida con mil manzanos
nos lo cuentan los ancianos hoy comvertida en fanega.
Sin piedad los arrancaron todos los agricultores
requerían mil labores con cereal la sembraron
Los hijos que tu pariste no pudiste alimentar
y tuvieron que marchar con el semblante muy triste.
Dejaron sus heredades con dolor de corazón
culpa de la sinrazón de industrializar ciudades.
Iniciaron el camino del campo a la Ciudad
con esfuerzo y voluntad encontraron su destino.
Como un ave migratoria que regresa cada año
a ti vuelven en verano a renovar su memoria.
Estas mayor Monteagudo y también muy demudado.
En agosto alborotado en enero casi mudo.
Nunca se te vio tan bello como te vemos ahora
desde el ocaso a la aurora tu imagen adorna el cielo.
Nos llamaron fanfarrones en otros pueblos cercanos
bien cargados de razones siempre fuimos muy gallardos.
No eres mejor ni peor que otros pueblos de España
no hago por ti campaña aunque me infundes amor.
Fuiste mi primera cuna donde yo pase mi infancia
y conocí la importancia de un bello rayo de luna.
De los valores perennes que forjaron mi carácter
te tuve que abandonar con mi juventud en ciernes.
Monteagudo eres mi pueblo no me ciega la pasión
no importan gestas ni hazañas te llevo en el corazón.
Lola Martinez Salvachua
Septiembre 2008
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