Los padres de la Santísima Virgen María y abuelos de Jesús
El 26 de julio la Iglesia Católica celebra la memoria de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús. Por ello la Conferencia Episcopal Argentina, a través del Área de Adultos Mayores del Secretariado Nacional, propone que, año a año, se vaya imponiendo la costumbre de celebrar y homenajear en este día a los abuelos y abuelas.En su discurso el SANTO PADRE agradeció por haber aceptado su propuesta de Valencia donde dijo; “Ojalá que bajo ningún concepto sean excluidos del círculo familiar. Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones, sobre todo cuando dan testimonio de fe”
Tras poner de relieve que la Iglesia siempre reconoció “la gran riqueza de los abuelos desde el punto de vista humano y social, religioso y espiritual”, Benedicto XVI recordó que “en el pasado, los abuelos tenían un papel importante en la vida y en el crecimiento de la familia. Incluso cuando la edad avanzaba, seguían estando presentes con sus hijos, con los nietos y quizá con los bisnietos, dando un testimonio vivo de atención, de sacrificio y de entrega cotidiana sin reservas. cambios en la vida de las familias debido a la evolución económica y social, algunos ancianos se dan cuenta de que son un peso para la familia y prefieren vivir solos o en asilos, con todas las consecuencias que conllevan estas decisiones”.
El Papa pidió que “los abuelos vuelvan a ser una presencia viva en la familia, en la Iglesia y en la sociedad, que continúen siendo testigos de unidad, de valores fundados en la fidelidad a un único amor que genera la fe y la alegría de vivir. Los llamados nuevos modelos de familia y el relativismo reinante – añadió – han debilitado estos valores fundamentales del núcleo familiar”.
“Para afrontar la crisis de la familia, ¿no se podría partir precisamente de la presencia y del testimonio de aquellos – los abuelos – que cuentan con una mayor firmeza de valores y de proyectos? No se puede proyectar el futuro sin retornar a un pasado rico de experiencias significativas y de puntos de referencia espiritual y moral”.
Tras poner de relieve que la Iglesia siempre reconoció “la gran riqueza de los abuelos desde el punto de vista humano y social, religioso y espiritual”, Benedicto XVI recordó que “en el pasado, los abuelos tenían un papel importante en la vida y en el crecimiento de la familia. Incluso cuando la edad avanzaba, seguían estando presentes con sus hijos, con los nietos y quizá con los bisnietos, dando un testimonio vivo de atención, de sacrificio y de entrega cotidiana sin reservas. cambios en la vida de las familias debido a la evolución económica y social, algunos ancianos se dan cuenta de que son un peso para la familia y prefieren vivir solos o en asilos, con todas las consecuencias que conllevan estas decisiones”.
El Papa pidió que “los abuelos vuelvan a ser una presencia viva en la familia, en la Iglesia y en la sociedad, que continúen siendo testigos de unidad, de valores fundados en la fidelidad a un único amor que genera la fe y la alegría de vivir. Los llamados nuevos modelos de familia y el relativismo reinante – añadió – han debilitado estos valores fundamentales del núcleo familiar”.
“Para afrontar la crisis de la familia, ¿no se podría partir precisamente de la presencia y del testimonio de aquellos – los abuelos – que cuentan con una mayor firmeza de valores y de proyectos? No se puede proyectar el futuro sin retornar a un pasado rico de experiencias significativas y de puntos de referencia espiritual y moral”.
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