30 de octubre de 2007

La siega






Cuando la mies estaba seca para recogerla, se segaba con la hoz manual con forma de media luna la zoqueta que era como un guante de madera terminado en punta y sujeto con una cuerda a la muñeca, con la cual se hacia la manada muy grande y no peligraba de cortarse la mano , la dedileta se ponía en el dedo índice por que sufría mucho desgaste y así no sangraba, era un oficio trabajoso pero también envidioso y agradable. cada manada tenia tres brazadas, cada gavilla tres manadas y, cada fajo tres gavillas y se ataban los fajos con paja de centeno. Venían cuadrillas de peones o segadores y se ajustaban a destajo y los amos les daban de comer, se llevaban unos pucheros de barro grandísimos y hacían fuego si había cerca un corral de ganado, para combustible ponían un arrimador de carrasca y unos cuantos terrones de sirle se quemaba a fuego lento, salían los garbanzos blanditos y un cocido que savia a gloria.
Se decía esta jota.
Ya vienen los segadores
de segar de tierras bajas
de comer pan de centeno
y beber agua de balsas.
y esta otra.
Segadora segadora,
que aborrecida te ves,
todo el día en el restrojo,
y aun agua puedes beber.

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