
Cuando la mies estaba seca para recogerla, se segaba con la hoz manual con forma de media luna la zoqueta
que era como un guante de madera terminado en punta y sujeto con una cuerda a la muñeca, con la cual se hacia la manada muy grande y no peligraba de cortarse la mano , la dedileta se ponía en el dedo índice por que sufría mucho desgaste y así no sangraba, era un oficio trabajoso pero también envidioso y agradable. cada manada tenia tres brazadas, cada gavilla tres manadas y, cada fajo tres gavillas y se ataban los fajos con paja de centeno. Venían cuadrillas de peones o segadores y se ajustaban a destajo y los amos les daban de comer, se llevaban unos pucheros de barro grandísimos y hacían fuego si había cerca un corral de ganado, para combustible ponían un arrimador de carrasca y unos cuantos terrones de sirle se quemaba a fuego lento, salían los garbanzos blanditos y un cocido que savia a gloria. 
Se decía esta jota.
Ya vienen los segadores
de segar de tierras bajas
de comer pan de centeno
y beber agua de balsas.
y esta otra.
Segadora segadora,
que aborrecida te ves,
todo el día en el restrojo,
y aun agua puedes beber.


Se decía esta jota.
Ya vienen los segadores
de segar de tierras bajas
de comer pan de centeno
y beber agua de balsas.
y esta otra.
Segadora segadora,
que aborrecida te ves,
todo el día en el restrojo,
y aun agua puedes beber.
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