Recuerdos de la escuela.
“Había una vez (y todavía hay) un pueblecito que se extendía sobre el verde y al sol; en el pueblo había un palacio alto...”
En la clase de Monreal en los años 80 se juntaban niños de infantil y primaria por lo que nos vimos en la necesidad de dar todos los mismos temas aunque adaptados a los distintos niveles. Mientras los mayores estudiaban por ejemplo los ríos de España, otros los de Aragón, los pequeños el Jalón y todos el vocabulario y las experiencias de como nace un río utilizando plásticos y la arena del patio.
Beatriz me sugirió que podía colaborar en una revista, nosotros también hicimos una. Atalaya fue el nombre que elegimos, pero lo curioso es que al principio utilizábamos una imprenta hecha con glicerina , azúcar y calcos de colores. Después nos llegó una imprenta que funcionaba con los mismos calcos y alcohol de quemar, ¡Que maravilla! Hace unos años Anabel me enseñó un ejemplar que guardaba y me hizo mucha ilusión recordarlo. En Monteagudo tengo guardado algún ejemplar , al buscarlo por Madrid, creyendo que lo tenía aquí, me he encontrado con fotografías que hacíamos con cajas de zapatos como cámaras y el laboratorio en un trastero cuya ventana tapamos con un plástico rojo.
Cogíamos las cajas , poníamos papel de fotografía en el cuarto oscuro, tapábamos el objetivo que era una tapa de yogur con un agujero de alfiler y salíamos a la calle a colocar la cámara . Contábamos el tiempo de exposición y luego las revelábamos y a veces nos salían fotos como las que he guardado, ¡Ah! las bandejas eran latas de aceite y la ampliadora un proyector de diapositivas. Como podéis imaginar medios teníamos muy pocos pero imaginación no faltaba.
Otro de los recuerdos fue la emisora de radio en frecuencia modulada que montamos en clase con un emisor viejo de Cetina y en la que utilizábamos un casete que servía de micrófono y hacíamos un programa semanal en el que se emitía casi en directo, sacando las noticias del periódico o entrevistando a alguna persona con un casete que se mandaba a clase con una bici y se emitía. Nos escuchaban en Ariza.
Es muy difícil resumir en unas pocas líneas tantísimos recuerdos; las nevadas tirándonos con sacos, las visitas a Arcobriga, convivencia en Veruela, encuentros en otros pueblos para los carnavales, visitas a Zaragoza y alguien que coge una paloma, Monasterio de Piedra, lógicamente una trucha sale del agua con un cordón un clic y una colilla... ¡Tantos recuerdos! Todo pasó pero siempre os tendré en mi corazón.