Ya sabéis que normalmente la hacemos para las fiestas de agosto desde hace muchos años, pero realizarla en otoño tiene un cariz especial. Las arboledas de chopos están cambiando el color, La luz es especial, mucho más en días como hoy que estaba nublado aunque había momentos con sol.
Al llegar al Praderón he hecho una foto a ese tronco centenario que después de haber sido testigo de muchas historias de esta finca esta siendo deborado por los xilófagos igual que esos restos de paredes de tapial que se mantienen en pie siendo testigos mudos de la historia e inspirando una profunda melancolía
Pero llegando a Cantabos el nogal nos ofrece esa bella gama cromática que aunque melancólica es una imagen tremendamente romántica y digna de la mejor paleta impresionista.
He subido a los pies de la atalaya árabe pasando al lado de la bodega y constatando como año tras año la torre milenaria se va deteriorando y que seguramente algún día acabe en el suelo.
Al volver he ido pensando lo bonito que es rememorar los momentos agradables que has tenido . Es una forma de volver a vivirlos y disfrutarlos y te sirven para aliviar y mitigar la pena que te produce la ausencia de un ser querido.
1 comentario:
Que guapo esta en esta foto.
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