Todos los años las vemos tanto en otoño como en primavera. Algunas veces paran en el castillo, en la iglesia, en el silo o cerca del pantano. Ya sabéis que está declarado ZEPA, zona de especial protección de aves, sobre todo por ser este humedal una zona de descanso de las aves migratorias.
La cigüeña para migrar utiliza las corrientes de aire térmicas para ganar altitud y reducir el esfuerzo, por lo que necesita volar de día e intenta evitar el Mediterráneo para llegar a la zona subsahariana de la que procede en esta época del año y pasan por Gibraltar o por el Bósforo a Turquía. Si durante la migración son desviadas de su ruta por fuertes vientos u otras inclemencias, las cigüeñas adultas pueden compensar esta variación y volver al mismo lugar del que vinieron el año anterior. Las cigüeñas blancas dependen de columnas térmicas para poder planear las largas distancias de las migraciones anuales entre Europa y África subsahariana. Para muchas aves la ruta más corta las llevaría a través del Mediterráneo; sin embargo, como las térmicas no se forman sobre el agua, por lo general prefieren el desvío por tierra para evitar vuelos trans-mediterráneos que requieren un aleteo enérgico prolongado. Cuando se encuentran con mal tiempo, viento, nubes... las bandadas de cigüeñas blancas esperan en el suelo, de pie y de cara al viento, hasta que se acaba el mal tiempo para poder volar.
Hace muchos años la cigüeña blanca invernaba principalmente en África y su llegada desde las remotas tierras africanas nos marcaba el inicio de la primavera. Ya en los años 50 del siglo pasado, se comenzó a barruntar la invernada de algunas cigüeñas en el sur de España. Sin embargo, en las últimas décadas cada vez más cigüeñas blancas están invernando en España, y se ha detectado un importante cambio en su conducta migratoria. De las 7.500 cigüeñas contadas en España en el invierno de 1995 se pasó a las más de 31.000 aves en el año 2004. Y es que en arrozales y basureros las cigüeñas han encontrado una nueva fuente de alimentación que les permite soportar el invierno en tierras peninsulares, sin necesidad de marcharse hasta la lejana África subsahariana.
El sonido principal producido por la cigüeña blanca adulta es el crotoreo ruidoso del pico, cuyo sonido ha sido comparado al de una ametralladora distante. El ave emite este sonido al abrir y cerrar el pico en secuencias rápidas, produciendo un golpeteo rítmico. De forma repetida, lanza su cabeza rápidamente hacia atrás, hasta que su corona descansa sobre su espalda, y luego mueve su cabeza y cuello hacia adelante. Este comportamiento se utiliza como saludo entre las aves, después del coitus, y también como una exhibición de amenaza.
Se alimenta fundamentalmente de principalmente de escarabajos, saltamontes, langostas y grillos– lombrices, reptiles, anfibios –en particular ranas y pequeños mamíferos como ratones, topos y musarañas. Presas menos comunes incluyen crías y huevos de aves, peces, moluscos, crustáceos y escorpiones. Caza principalmente durante el día, tragando enteras las presas pequeñas, pero suele matar y partir presas mayores antes de tragarlas. A veces ingiere cintas de goma que confunde con lombrices de tierra, lo que puede resultar en una obstrucción fatal del tracto digestivo.
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