Poema Campanas

Monteagudo de las Vicarias es Villa y en mi niñez las campanas tocaban a bodas volteaban las campanas en fiestas arrebato,incendios, a misa, a muerto, el capanillo cuando moría un niño, también tocaban mediodía, por la noche tocaban a oración para si alguien se perdía por el campo, decían la mujer mundana la campana la llama.
Romper el silencio triste
De esa villa castellana
Donde la nostalgia esixte
de la noche a la mañana.
Campanas que suenan fuerte
y me recuerdan mi infancia

su sonido esta en mi mente
y asta me causa arrogancia.
Llevo el sonido grabado
con su repicar a gloria
en mi oído se ha quedado
el eco de tanta historia.
Campanas que yo miraba
con esperanza y nobleza
su nobleza yo admiraba
aunque sonara a tristeza.
Campanas de mi nostalgia
con su sonido vibrante
su llamada era de magia
con una ilusión radiante
En mi villa castellana
era la voz de emergencia
despertando en la mañana.
y haciendo del tiempo ciencia
su sonido era lamento
Comvocando a funeral
y aliviaba el sufrimiento
cuando invitaba a rezar.
Campanas de mediodía
con sonidos castellanos
a mi infancia dio alegría
entre lamentos humanos.
Campanas de grandes fiestas
de desgracias y de duelos
el olvido le detestas
¡siempre nos diste consuelo¡
el día que yo me muera
sonaras triste a difunto
yo se que sufres deberás
tocar ha tan serio asunto.
Seguir campanas tocando
como testigos del tiempo
los años se van pasando
y seguís llamando al templo.
sois campanas que volteando
alegran los corazones
sus sonidos van llegando
a mi villa y sus rincones.
Que bonitos poemas de campanas me han gustado tanto que los he colgado en mi Blog .
Las campanas de la torre

escucho en la lejanía

con su sonido melódico

anuncia un nuevo día.

Su sonido me recuerda

otros tiempos ya pasados

pues el reloj de la torre

a todos nos ha llamado.

Día a día, hora a hora,

al pueblo va recordando

que el tiempo es igual que el oro

y debemos valorarlo.

Y por la noche se calla

respetando así el descanso

de todos los habitantes

que volvieron del trabajo.

A mí también me gustaba

el sonar de las campanas

de la torre de mi pueblo

que a la oración nos llamaba.

Y cuando alguien moría

su lamento le mandaba

y si se casaba alguien

con alegría tocaban.

Ahora solo las tocan

para misa y muy vajito

porque dicen que molesta

su largo y dulce sonido.

Como han cambiado las cosas

Lo que tanto me gustaba

parece que a los de ahora

les parece una chorrada.

Pero yo sigo soñando

con el tañer de campanas

que escuchaba cuando niña

y el alma me serenaban.