Nuestros Recuerdos

Monteagudo de las Vicarias: Aquí todas las tardes paseando llegamos a este Carasol y hacemos descanso en la pared de el refugio de la Vía que hace mas de cien años que la trajeron. Hablamos cosas de nuestros antepasados algunas muy curiosas. Por ejemplo de cuando venían a Monteagudo en la Feria de San Miguel el 29 de Septiembre muy famosa en Monteagudo los muleteros venían  andando, teníamos unos corrales en la puerta Nueva que tenían dentro el pajar y se les alquilaban a los muleteros el abuelo Alejo y su padre Baltasar Utrilla.
 Los muleteros con buenas muletas y en Monteagudo que llevaban fama de fanfarrones enseguida compraban las mejores mulas.

También venia uno de Ariza "el campechano" que compraba las mulas cojas y viejas. Algún burro también se hacían algún trato los Gitanos. Como anécdota lo que le paso a mi suegro, José Pinilla. vinieron los gitanos que le vendían un reloj, el abuelo se lo cambio por un caballo viejo, se hicieron el trato, se dieron las manos, y trato echo, el gitano se fue con el caballo tan contento, cuando había andado 20 kilómetros se le pone malo el caballo y se le muere, vuelve a reclamar su reloj entonces miran el reloj y no andaba, con lo cual el engaño fue de los dos.
En esta feria de San Miguel traían cerdos pequeños para engordarlos para el año siguiente, se hacían grandísimos, cada jamón que parecía el mapa de España.
También traían a vender melones a montones, pimientos, ajos, de todo, los mozos ya cogían una vara con un pincho de cuando encerraban a los toros y se pinchaban un melón para comérselo, en el pueblo había mucha gente. También vendían albarcas, alpargatas,  botas de vino, botos, los hojalateros con aceiteras, lecheras, medidas, para la leche ,etc.. de todo tipo  Monteagudo parecía la Capital de los pueblos de alrededor.
En Fiestas venían  a los toros  muchos a caballo, otros  andando y en el tren.  Que al desaparecer la vía también a llevado consigo la emigración de la gente.
Proponemos hacer un camino que recorra el trazado de la línea compactando o nivelando el firme de la vía  que permitiese el paso de peatones, bicicletas, animales... de tal forma que pudiese ser utilizado como ruta que uniese a lo largo del Duero lugares de un interés histórico y turístico muy importante.