El otro día me encontré con esta imagen del palacio de hace muchos años. Observándola me ha confirmado lo que suponía que el patio era pentagonal por dentro. Se distingue las arcadas, muchas de ellas cerradas con adobes para ampliar las habitaciones, Arriba se ve asomadas a dos personas, donde pasábamos de niños desde la escuela a buscar el serrín para la estufa.
Hoy Juanita me ha contado una anécdota de cuando eran niñas. Les mandaron limpiar los tinteros que había en los pupitres y fueron a coger agua del pozo para lavarlos. Una de las niñas tuvo la ocurrencia de meter los tinteros en el cubo y sacarlos medio limpios. La sorpresa fue que al sacar el cubo muchos de los tinteros se habían caído al fondo del pozo. Cree que algunos los recuperaron con algún artilugio y me imagino la bronca de la maestra a las chicas por perder los tinteros.
Otra de las cosas que desconocía era que por lo visto según me contaron la parte de la derecha que amenazaba a ruina lo tiraron en lugar de arreglar el tejado,
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