6 de enero de 2015

JUEGOS DE NUESTRA NIÑEZ

Hoy han venido los reyes y al ver las cajas de los juguetes más populares me he acordado de los que teníamos, construíamos y practicábamos en nuestra infancia.

Churro, manga, mediomanga, mangotero. Era un juego de niños, un poco bestia. Los de abajo lo pasaban mal, pero no se quejaban, claro. Había que aguantar el máximo de tiempo posible sin caerse. Cuando habían saltado todos el de arriba decía las palabras churro ... si acertaban los de abajo cambiaban de posición

La Rayuela. Había que ir deslizando un trozo de piedra por el dibujo del suelo, empujándolo con el pie, saltando a la pata coja. No podías pisar las lineas y al tirar el tejo tenía que caer en el cuadro.

Corro de la patata. Se cantaba una cancioncilla y en el estribillo todos se agachaban: "...achipé, achipé, sentadita me quedé"


 Escondite inglés. No se por qué lo del calificativo "inglés", pero era lo que se decía cuando uno se salvaba: "un, dos, tres al escondite inglés", también se podía salvar a otros: "por mí y por Paquito" Es curioso, hoy en día ya nadie se llama Paquito.

Gallinita ciega. Juego de niños pequeños o de adolescentes algo bebidos.




Chapas. Se les ponía la imagen de futbolistas o personajes televisivos. Los niños recorríamos los bares pidiendo chapas para jugar. Nosotros jugábamos a otro juego que también le llamabamos chapas y que consistía en sacar unas monedas de un círculo golpeandolas con otras de cobre que teníamos.
Saltar a la goma. Muy divertido y complejo en ocasiones. Se empezaba con la goma a ras de los tobillos y si la niña saltadora no se equivocaba, se iba ascendiendo hasta el cuello, para lo que debía levantar mucho las piernas y recoger la goma con ellas, haciendo filigranas. La goma, de color negro, se compraba por metros en las mercerías. Por cierto, ¿sigue habiendo mercerías?



Canicas. Era un juego más bien de niños y se jugaba en la calle, siguiendo un circuito o golpeando unas canicas con otras. Si ganabas, te las llevabas todas. Intentabas tener canicas más bonitas que tus amigos. Las había de colorines, de metal, con filigranas, etc.

 Trompo o Peonza. Normalmente de madera, se hacía bailar lanzándola al suelo y luego recogiéndola con la mano, sin que dejara de girar.


 Jugar al aro
Utilizábamos aros de cubas, cubos... los llevábamos empujándoles con un alambre y hacíamos carreras.

Saltar a la comba. Es el juego más universal e intemporal que existe.


El pincho o hinque. Con un puntiagudo trozo de metal o madera, se jugaba a clavarlo en el suelo húmedo de tierra y consistía en ir ganando terreno al enemigo. Recuerdo que, al ser un juego con cierto peligro, los niños más pequeños no podían jugar a él, aunque lo hacían a escondidas. Ese peligro y esa prohibición aumentaban el atractivo del juego. 



Juguete peligroso, si no conseguías atarlos fuerte se soltaban.... Siempre íbamos con ellos al hombro, para volver a casa patinando al salir del colegio.... No sé ni cómo nos dejaban.....





El coche de pedales. Pocos niños lo tenían, eran bastante caros y sofisticados para le época.

Triciclo y patinete, precursores de la bicicleta, En el pueblo recuerdo algún patinete hecho con rodamientos



La primeras bicis de la época.


El tirachinas, en todas sus modalidades.

Pelotas 
El frontón era el lugar donde nos juntábamos muchas veces a jugar a la pelota. muy popular en Monteagudo.
Tanguilla
La tanguilla era otro juego muy popular . Poniamos unas monedas encima  y había que derribarla con las tanguillas
 Con palos nos hacíamos arcos, flechas, espadas... con lso que organizábamos guerras entre grupos.
De los juegos de mi infancia recuerdo con especial cariño el tren de cuerda y los juegos reunidos,
 y el muñeco llamado robot mágico que me intrigaba su funcionamiento ya que siempre adivinaba la respuesta, hasta que despegué el espejo sobre el que giraba y descubrí que era un imán.
Había otros muchos juegos y juguetes, pero estos pueden ser una pequeña recopilación. 
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