Cuando yo era niña en Monteagudo de las Vicarias: siempre teníamos gatos mansos, tan mansos que al ver esta foto me ha venido al pensamiento mi gata morita, siempre venia conmigo para mi era un juguete de verdad, le pedia la mano, y me la daba, la otra, tambien. Recuerdo que de niña no me gustaba la morcilla, como cría me levantaba de la mesa me dirigía a vever agua a la tinaja que siempre estaba en el rincón de la cocina y con la escusa de vever agua tiraba detrás la morcilla . La gata morita se lo aprendió y a escape cojia la morcilla y salia corriendo con lo cual todos se enteraban de la fechoría. nunca me araño. Era muy mansa.
(Caracas, 13 de marzo. Noticias24) El músico James Bowen pasea y canta por las calles con su gato en el Covent Garden de Londres. Bowen ha escrito el libro “Un gato callejero llamado Bob”, sobre las experiencias de ambos sin hogar.
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