Receta de la abuela sencilla y muy buena: 1 pollo cortado en trozos
5 ó 6 higaditos de pollo
1 cebolla
grande
2 pimientos
4 dientes de ajo
1 tomate grande maduro
2
zanahorias
guisantes
aceite de oliva virgen
1 vaso de vino
1 hoja de laurel
1 pastilla de caldo de pollo
1 puñado de arroz por
comensal y otro final de propina
agua
sal Preparación:
Limpiamos la piel y troceamos el pollo y los higaditos.
En un perol, cacerola o paellera (como se
prefiera) ponemos a calentar un dedo de aceite.
Cuando estén casi
dorados los ajos, echamos la cebolla bien troceada y rehogamos muy bien. Bajamos
el fuego y esperamos a que se (ponga tierna).
A continuación
añadimos los pimientos cortados en tiras y los tomates troceados y un poco de
sal y los dejamos refreír. En el mismo aceite refreímos los
higaditos.
Cuando esté todo refrito lo pasamos a un mortero para majarlo
o lo trituramos con una batidora.
Con las alitas y el pescuezo del pollo
haremos un caldito en una cacerola: Echamos un chorreón de aceite y refreímos en
ella las alitas y el pescuezo del pollo y dos zanahorias enteras. Le añadimos
agua muy caliente y la pastilla de caldo de pollo y lo dejamos que hierba.
conseguir un buen fume.
Sofreímos el pollo en el
perol, sazonándolas un poco al echarlas y una vez dorado le añadimos el vino a
fuego fuerte, luego lo bajamos y le echamos el sofrito con los higaditos que
hemos majado antes. Para aprovecharlo bien echamos un poco de caldo o de vino al
recipiente del majado, lo removemos y lo añadimos al pollo. Dejamos que se cueza
durante unos diez o veinte minutos (según sean de grande el pollo.
Echamos el arroz y el laurel y removemos con el fuego fuerte. Añadimos
el caldo hasta cubrir el arroz (el doble de liquido que de arroz). Incorporamos
los guisantes y dejamos que se vaya haciendo entre quince y veinte minutos a
candela lenta.
Dejarlo cinco minutos de reposo antes de servir.
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