Ese es uno de los primeros recuerdos que tengo de mi infancia " pinturas rupestres".
Recuerdo que en mi habitación tenía la cama pegada a la pared. Un lienzo perfecto para dar rienda suelta a mi imaginación y dejar plasmado en esa pared. durante esas siestas interminables que te forzaban a realizar durante el verano, dibujos raspando la pintura del tabique con la uña o un palito, de mis imagenes vividas en un pueblo castellano; patos, cerdos, gallinas, puentes, castillos...
Mas tarde tuve varias cajas de acuarelas con las que fui iniciándome en el manejo del color.
Mi siguiente paso fue el oleo. Gané un concurso de pintura en Sigüenza , donde estudiaba, y el premio fue una caja de oleos. Con ellos comencé a pintar cuadros preferentemente relacionados con Monteagudo y la agricultura. Una de mis hijas me decía en tono de broma que sólo sabía pintar castillos. Lo cierto es que esta afición me ha dado grandes placeres, sobre todo en momentos en los que la enfermedad me dejo con movilidad reducida.
Hoy, con la jubilación, he vuelto a retomar esta afición que había dejado olvidada varios años. Mis hijas me regalaron una caja de oleos nueva, la mía tenía los tubos viejos, y pinceles que pertenecían a mi hija Marta. Ella es profesora de biología, ha terminado Bellas Artes y se ha ido a Londres para hacer un master en Central Saint Martins sobre el arte y la ciencia de dos años de duración. Ha participado en varias expociones . Estas imágenes son una muestra del trabajo que está realizando ahora. Si quieres ver mas imágenes de su trabajo
1 comentario:
Que bonita la página me encantan lis cuadros que con tanto cariño me regalaste y estan en mi salón y alli seguiran un beso psra todos ahora espero los de mi sobrina
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